Y después del ejercicio viene la calma. Os proponemos dos alternativas:
1- Tumbarnos en el suelo boca arriba, dejar caer brazos y piernas, palmas boca arriba, cerrar ojos, respirar y escuchar este vídeo relajante. Después de escucharlo, mover manos y pies lentamente, abrir ojos, ladearme hacia un lado y levantarme (no hay que levantarse directamente desde la posición de tumbado porque me puedo marear)
2- Trabajar la atención y respiración a través de este vídeo del canal La Ranita, al principio parece difícil pero si somos capaces de superar el primer minuto, conseguiremos un gran estado de relajación profunda.
¡NAMASTÉ!
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